Los hábitos antiinflamatorios son aquellos que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo
Mas allá de sostener en lo habitual una alimentación balanceada y antiinflamatoria, podemos contar con diferentes hábitos que sin duda contribuyen a la salud ya que tienen la capacidad de generar sustancias antiinflamatorias en el cuerpo.
Realizar ejercicio de forma regular, el entrenamiento general contribuye a la producción de mioquinas antiinflamatorias.
Gestionar el estrés a través de diferentes técnicas (como la meditación), dormir lo suficiente, ya que la falta de sueño puede aumentar los niveles de inflamación en el cuerpo.
Grounding: es una práctica que se refiere a conectarse con la tierra y aprovechar los beneficios de la energía terrestre para mejorar la salud y el bienestar.
Exposición al frío: La exposición al frío puede tener efectos antiinflamatorios en el cuerpo. Algunos estudios han demostrado que la terapia de frío puede ayudar a reducir la inflamación en ciertas condiciones, como lesiones musculares o artritis y asi mismo como la inflamación sistémica. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones adecuadas al utilizar terapias de frío para evitar posibles efectos secundarios. Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de utilizar este tipo de tratamiento.